Cansancio, sueño, fatiga…

Por fin es verano, un poco diferente a los que estamos acostumbrados, pero  lo que sigue siendo igual es el calor, las vacaciones, los viajes cortos, los destinos un poco más lejanos, una casita rural, o el ir a una finca particular, son trayectos habituales que en más de una ocasión haremos con nuestro vehículo.

A veces son trayectos cortos, pero también los desplazamientos en esta época estival pueden ser bastante largos hasta llegar al destino.  Y es en estos trayectos largos cuando puede surgir el cansancio y la somnolencia al conducir.

 

CANSANCIO, y SOMNOLENCIA

El cansancio, la somnolencia, la fatiga,…, pueden aparecer en cualquier momento pero están más relacionados con no haber dormido suficiente, salir en horas con altas temperaturas, circular después de haber hecho una comida principal copiosa, o haber consumido alcohol, cafeína o cualquier otra sustancia excitante, ….

Cuando hablamos de cansancio, no quiere decir expresamente dormir, pero si son muchas las horas que se llevan al volante, el conductor puede empezar a notar malestar en la espalda, a sentirse contracturado,  y esto le hace perder la atención en la carretera.

FATIGA

La fatiga, empieza cuando se nota cansancio y disminuye la capacidad de atención, la distracción aumenta y con ello se recude la capacidad de conducir, la capacidad de reacción y disminución de la movilidad física y alteración de la percepción del espacio y tiempo

Síntomas generales más comunes:
  • Fatiga.
  • Pérdida de memoria.
  • Alteración de concentración.
  • Dolor articular o muscular sin causa aparente.
  • Dolores de cabeza.
  • Sueño.
  • Agotamiento extremo.

 

¿CUANDO PARAR?

Se debe parar en el preciso momento en el que el conductor se empieza a sentir cansado o somnoliento.

La parada ayudará a relajarse, tomarse un tentempié, estirar el cuerpo y sentirse mejor.

Unos 15 o 20 minutos es lo recomendado, pero, dependiendo del viaje habrá que realizar más de una parada, y siempre en una zona de servicio o en un lugar adecuado para ello.

 

Los conductores profesionales tienen marcados unos tiempos en función de la conducción y teniendo en cuenta que pasan muchas horas en sus vehículos lo obligatorio es:

  • parada de 45 min. tras cuatro horas y media de conducción, o
  • dos pausas la primera de 15 min. tras 1 hora y media de conducción y otra de 30 min. tras 3 h. de conducción.

No hay tiempo estipulado para los turismos pero hay que saber interpretar las señales de alrededor para descansar a tiempo y no cuando no quede remedio.

Dormir ….. es requisito imprescindible para un largo viaje.

 APNEA

La personas que sufren de apnea sienten cansancio y somnolencia durante el día y sufren de microsueños- segundos en los que una persona se queda dormido sin darse cuenta, si esto ocurre durante la conducción el conductor tiende a distraerse, con lo que puede salirse de la vía, invadir el carril contrario, y en consecuencia provocar un accidente.

Los efectos de la apnea durante la conducción son parecidos a los que produce el consumo de alcohol.

Cualquier persona que sufra de apnea, normalmente si están bien tratados y medicados tendrán un buen control de  somnolencia y el riesgo se reduce cuantiosamente durante la conducción.

¿Y si planifico el viaje?

Llevar un recorrido marcado, si el viaje es largo, no solo es recomendable, sino que además es una muy buena decisión. Que también ir a la aventura es una opción, pero ante un viaje largo lo mejor es una buena planificación.

Viajarás mucho más tranquilo porque todo está más o menos organizado y podrás realizar las paradas que te hayas propuesto, teniendo localizado de antemano un área de servicio o un espacio donde se permita parar y descansar durante unos minutos (recomendable 15-20) siempre dependiendo del viaje, de la vía por la que circules y de las condiciones de la misma, así como de la circulación.

COVID-19

Es curioso pero con el Estado de Alarma vivido en estos últimos días resulta que según indica la DGT los problemas de sueño han aumentado.

Es el resultado de la situación vivida, de la tensión acumulada, la ansiedad y depresión que se ha sufrido ante la falta de de control , siendo el insomnio una de las muchas consecuencias.