Conducir por carreteras secundarias
Conducir por carreteras secundarias, con un carril para cada sentido, no es igual que hacerlo por autopista o autovía.
Los adelantamientos, el mal estado de la calzada, la circulación de camiones, vehículos agrícolas, ciclistas, caminantes o que se cruce un jabalí, son situaciones que te puedes encontrar habitualmente, por lo que hay que estar siempre atento y prever cualquier imprevisto.
Radares móviles recorren estas vías en las que se produce el 80% de los accidentes mortales. La alcoholemia y drogas, por ser los comportamientos de mayor riesgo, tanto separados como combinados, también son frecuentemente vigilados.
Tras detectar un exceso de velocidad, el conductor será parado e identificado, y le realizarán si lo consideran necesario las pruebas de detección de alcohol y drogas. Se verificará la documentación (Permiso de Conducción, ITV y seguro), y se comprobará también el mantenimiento y estado del vehículo.
Exceso de confianza en las carreteras secundarias
A menudo estas vías nos las conocemos como la palma de nuestra mano. Estamos excesivamente confiados y con cierto control sobre la carretera. Precisamente por esto, se realizan más adelantamientos antirreglamentarios, se presentan conductas temerarias, distracciones, o se circula con exceso de velocidad. Todas estas conductas son los factores de riesgo más frecuentes, sin olvidar, el uso del móvil, o la falta del cinturón de seguridad, por tratase de un tramo corto y suficientemente controlado.
Aun teniendo la carretera tan controlada como nos creemos, hay que seguir respetando las señales, la velocidad sobre todo en cruces, aminora si es necesario, circula orillado a la derecha respetando el arcén, darás más visibilidad y permitirás un mejor adelantamiento. Evita distracciones, en carreteras secundarias hay que estar más alerta si cabe que en una autovía o autopista.
SANCIONES
- Exceso Velocidad: De 100 a 600 € y entre 2 y 6 puntos.
- Alcoholemia: De 500 a 1000 € y entre 4 y 6 puntos.
- Consumo de Drogas: 1000€ y 6 puntos.
Estas conductas, pueden según su grado, convertirse en delitos contra la seguridad vial contemplados en el Código Penal, con penas de prisión y privación del permiso para conducir.